Doctor en Filología, fundador y director del CILEC (Centro de Investigación de la Literatura Europea Concentracionista) y escritor, David Serrano Blanquer no tiene ninguna duda: los discursos de odio están bien presentes y con una estrategia definida y clara. "Se requieren compromisos democráticos para desmontar las simplicidades de estos mecanismos, que proponen respuestas y soluciones facilistas a problemas que son muy complejos. Porque estas mecánicas están al servicio del poder, quieren una sociedad asustada y manipulada y en este sentido el sistema neoliberal favorece esta tendencia".
Y un aspecto esencial de este fenómeno es el impacto que tiene en la economía una sociedad polarizada.
Justamente, un estudio internacional de referencia, el informe sobre Riesgos Globales del Foro Económico Mundial, menciona el problema de la polarización política en clave económica. En concreto, denuncia cómo la falta de entendimiento y colaboración entre los responsables políticos resta capacidad a los países para hacer frente a un escenario de recesión.
Serrano agrega que "cuando hablamos de fascistas o nazistas, no es que estén resurgiendo, sino que siempre han estado. Sólo que florecen en momentos de crisis a través de maniobras conocidas, buscando enemigos tradicionales pero también otros como la inmigración u otros colectivos desfavorecidos. En España, por ejemplo, esto ocurre con VOX que no difiere de los modelos totalitarios pues está basado también en propaganda, en desinformación permanente y en el planteo de soluciones fáciles".
Nuevas tecnologías
En los últimos años hemos asistido a un cambio radical en el paradigma comunicativo. Vivimos en una sociedad red, como afirma Castells*, construida en torno a redes personales y corporativas operadas por redes digitales que se comunican a través de Internet.
* Castells, M. (2013). El impacto de Internet en la sociedad, una perspectiva global. In University of Southern California (p. 24).